Vi un pueblo africano que, paradójicamente, es mucho más feliz que el nuestro. (...) Y al mismo tiempo, no pude por menos de escuchar ese grito desgarrador del Tercer Mundo, que ciertamente reclama justicia; pero al mismo tiempo nos ofrece una oportunidad magnífica para sanar el narcisismo que nos aqueja en Occidente, mediante el ejercicio de la caridad. Somos nosotros quienes recibimos de ellos, cuando parece que les estamos dando; mientras que son ellos quienes nos dan, cuando parece que están recibiendo.
Extracto de una entrevista a Don José Munilla, obispo de San Sebastián (Fuente)
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